Deprimartes virtual:
Jeff Lynne no sólo ha estado a la
cabeza de una de las bandas más interesantes de la historia, la Electric Light
Orchestra. También formó parte del supergrupo The Travelling Wilburys junto a verdaderas
leyendas del Rock, y como si esto fuera poco, se convirtió en uno de los
productores musicales más importantes del mundo. En su lista de artistas
producidos figuran nombres como George Harrison, Paul McCartney, Ringo Starr,
Roy Orbison, Tom Petty, Joe Cocker, Roger McGuinn, Joe Walsh, Brian Wilson; y
nada más ni nada menos que The Beatles mismos, en su reunión para el proyecto
Anthology. A pesar de tanta gloria, casi no ha editado material como solista, y
una de las pocas excepciones ha sido un muy buen álbum que contenía este tema: “Amor es todo lo que quiero, y lo único que tienes que
hacer, es darme un poco de eso, nena. Hablar es lo que quiero. Sí, eso quiero.
Y lo único que tienes que hacer es darme un poco de charla. Vamos, hablemos al
respecto, no creo que pueda lograrlo si no hablamos. No quiero terminar siendo
uno más de esos que viven con el corazón roto”. Como simple anécdota del
talento del Sr. Lynne, que baste esta pequeña muestra: esta misma canción supo
ser versionada nada menos que por el gran Tom Jones.
La letra de este tema no escapa
de un simplismo impropio del gran Jeff, que siempre fue bastante barroco en su obra;
pero evidentemente aquí necesita hablarnos de la incomunicación. Algo no
funciona en su pareja, y el pedido de auxilio no se hace esperar: “Así que rescátame, termina lo que empezaste. Llévame
contigo de viaje. Rescátame de entre todos los que viven con el corazón roto. Sácame
de este río ancho y profundo”. Que el que quiera hablar en una pareja
sea el hombre, es síntoma de que algo realmente está mal: “Todo lo que tienes que hacer es escucharme, eso es lo
que quiero. Piensa, tienes que pensar sobre esto y hacer algo al respecto. No
tendrá sentido quejarse cuando todo ya se haya terminado”. Espero que
hayan llegado a un acuerdo…
Este videoclip de 1990 tiene la
particularidad de acercarnos a la novedad que por aquellos años comenzaba a
aparecer bajo el nombre de “realidad virtual”. Hoy en día un concepto muchísimo
más desarrollado, aquí daba sus primeros pasos –recuerdo que la primera vez que
me calcé un casco de realidad virtual, la experiencia no distó mucho de lo
mostrado en este video-, y nos permitía acceder a supuestos mundos nuevos. La
verdad es que todo ese otro mundo estaba demasiado pixelado para mi
imaginación, pero aún así era un avance tecnológico que hacía soñar con lo complejo
que hoy en día pueden llegar a ser los videojuegos, como forma de hacernos
escapar a una realidad nada virtual y bastante dura: “Porque
la vida se vuelve cada día más dura, y más aún si no tienes con qué pagarla. Y
aún así sólo nos queda sobrellevarla”. ¡Feliz Deprimartes!
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