martes, 8 de septiembre de 2015

Capítulo 135: “Why Don’t You Get A Job?”. The Offspring. (1999)





Deprimartes haragán:



The Offspring, la banda liderada por su vocalista Dexter Holland, obtuvieron reconocimiento mundial gracias a su placa “Smash” de 1994, la cual se convirtió en el álbum producido por un sello independiente más vendido de la historia. De allí se desprendieron éxitos como “Come Out And Play” y “Self Esteem”, que son una prueba de lo que le estaba ocurriendo al Punk en la década del ’90, intentando lograr un poco de seriedad con un estilo musical tan básico. Aunque The Offspring siempre fueron una banda bastante informal, y sus videoclips hicieron uso y abuso de un dudoso sentido del humor. Esto quedó demostrado en 1998 con su álbum “Americana”, ya que los videos de los temas “Pretty Fly (For A White Guy)” y el que hoy nos ocupa casi no pueden ser tomados en serio: “Mi amigo tiene una novia, y él odia a esa perra; me lo dice todos los días. Me dijo: ‘Amigo, tengo que deshacerme de esta chica, aunque sea de la peor forma’. Ella se queda todo el día sentada sobre su trasero, mientras él se deshace las manos trabajando; sólo para darle su sueldo cada día en que cobra, porque ella sólo quiere más dinero para quedarse en casa. Bueno, mi amigo, vas a tener que decirle algo como esto: ‘No te voy a pagar, no te voy a pagar nada más; de ninguna manera. ¿Por qué mejor no te consigues un trabajo?’”. Por supuesto que es imposible tomar en serio un video que va a terminar con un inexplicable botón rojo puesto en medio de la calle, y que dice “No presionar”, y mucho menos si tiene una melodía que recuerda sospechosamente al tema "Ob-La-Di Ob-La-Da" de The Beatles… En fin, sigamos…



En este videoclip se nos presentan algunas situaciones en las cuales alguno de los dos miembros de una potencial pareja quiere convertirse en parásito, riéndose del otro, viviendo a costa del esfuerzo de su contraparte, o bien intentando demostrar su única utilidad como amante –lo cual podría incluir alguna hermanita-; y la canción misma es un llamado a la liberación que logran experimentar quienes se deshacen del yugo de un compañero que les está costando su felicidad: “Supongo que todo su dinero no es suficiente para mantener a raya a los cobradores, porque esa chica tiene gustos muy caros”. Por supuesto, hay más de un ser humano bien dispuesto a hipotecar su dignidad para llevar la vida de una garrapata, chupándole la sangre a su huésped a cambio de algunos favores afectivos, o bien como maestros de ceremonia de una relación enfermiza: “Bueno, parece que no es fácil estar todo el día sin hacer nada… Pero, ¡vamos, vivir como un parásito no es algo que se pueda conseguir tan fácilmente!”.



La pérdida de decencia que significa el no ser económicamente autosuficiente parece que trae aparejada una enorme miopía que hace imposible que ciertas personas se den cuenta de lo lamentable de ser considerado un vividor, como suele ocurrirle a los gigolós, por ejemplo: “Déjenme hablarles sobre otra de mis amistades: una amiga mía tiene un novio que es un imbécil; ella me lo dice todos los días. Él sólo quiere más dinero para quedarse en casa, así que, amiga mía, vas a tener que decirle esto: No te voy a dar ni un céntimo más, yo siempre soy quien termina pagando tus cuentas. ¿Por qué mejor no te consigues un trabajo”. Ante cualquier duda, recuerden que siempre es bueno hacer una consulta con el veterinario, y desparasitarse… ¡Feliz Deprimartes!

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