Himno imperecedero del Rock, que como una novela de J. D. Salinger, sin
decir nada en especial, consigue decirlo todo. El buen vivir de no hacer nada
en particular, de dejar que la mente retoce libremente y vuelva a nosotros con
un pensamiento nuevo; así como un sabueso vuelve con una presa entre los dientes.
Hoy es hoy. Mañana… Bueno, el mañana no importa, ¿no es cierto? Tal vez en esto
radique el secreto de la felicidad. ¿Quién lo sabe?: “Sólo
es un día perfecto, bebiendo sangría en el parque; y luego cuando vaya oscureciendo,
nos iremos a casa. Sólo es un día perfecto, alimentando a los animales en el
zoológico; luego también veremos una película, y entonces nos vamos a casa”.
“Oh, es un día tan perfecto, me alegro de pasarlo contigo. Un día tan perfecto, y tú me mantienes andando”. Aquello que nos mantiene andando puede ser el motivo válido para vivir, o bien el placebo que tan sólo nos tiene marcando tiempo. Aquí se puede estar hablando de una persona depositaria de nuestros amores, o bien de alguna otra cosa que nos produzca un estado alterado de la conciencia. Y es muy conocida la adición que Lou Reed tenía hacia la heroína.
Salido de la fábrica artística de Andy Warhol –nada más y nada menos- el
señor Lou Reed fue un neoyorkino como pocos. Él era el tipo que usaba cuero cuando
todos eran hippies. Cuando las canciones hablaban sobre el poder de las flores
y del brillo del sol; él le cantaba a la opresión urbana, al pesimismo de la
naturaleza humana, y a las prostitutas de su ciudad. Sin dudas, por talento,
impronta, y actitud, Lou Reed es el padre del Rock alternativo. ¿Y qué es el
Rock Alternativo? Pues nada más ni nada menos que una expresión musical que no
persigue entrar en las listas de éxitos. Intenta desde el vamos convertirse en
una obra de culto, un producto para los ávidos de intelecto, algo que debe promocionarse
con el lento y muy efectivo método del boca a boca. Este debe ser un secreto
guardado entre muchos, pero no demasiados. Queremos continuar siendo pocos: “Sólo es un día perfecto, nos olvidamos de nuestros
problemas, y hacemos de cuenta que es fin de semana para nosotros; es tan
divertido. Sólo es un día perfecto, haces que me olvide de quién soy. Por un
momento pensé que yo era alguien más. Alguien bueno”.
Gracias hay que darle a la historia por la existencia de artistas como Lou
Reed, Leonard Cohen, Bob Dylan, John Lennon, y tantos otros que han intentado
siempre decir algo a través de sus canciones. Todos ellos son los poetas del
rock, verdaderos juglares modernos que han sabido camuflarse tras una guitarra
eléctrica para denunciar la opresión del Siglo XX. Han sido profetas que
clamaban en el desierto, vociferando una única verdad, la que dice el último
verso de esta canción: “Sólo cosecharás aquello que
hayas sembrado”. ¡Feliz Deprimartes!
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