“Su cabello es dorado como el de Jean Harlow, sus labios
son una dulce sorpresa. Sus manos nunca están frías, ella tiene los ojos de
Bette Davis. Ella te hechizará con su música, y tú no tendrás que pensarlo dos
veces. Ella es pura como la nieve de Nueva York, ella tiene los ojos de Bette
Davis”.
“Y ella te provocará, te hará reaccionar. Hará de todo
sólo para complacerte. Ella es precoz, y sabe lo que tiene que hacer para
sonrojarse como una profesional. Ella tiene esa forma de suspirar a lo Greta
Garbo, y tiene los ojos de Bette Davis”. Con sus enormes ojos azules, casi propios de un personaje de animé, Bette
Davis fue una grandiosa estrella de la época dorada del cine americano. Se
suele llamar “época dorada” a ese período en que el cine se volvió sonoro, y
aún no respondía completamente a meros intereses comerciales; sino que se
nutría de actores de formación teatral y utilizaba técnicas de filmación como
el Technicolor, dándole a cada filme un carácter artesanal. Una película
intentaba ser un hecho artístico, una obra maestra en sí misma. De esa época
impregnada con una decadencia utópica también provienen los nombres de leyendas
como Jean Harlow y Greta Garbo, a quienes se menciona en la canción. Fue una
época de entreguerras, de mucha carencia económica. Y aún así fue tan única que
todavía se la recuerda con un romanticismo que apenas sí tuvo.
“Ella dejará que la lleves a casa, eso despierta su apetito. Te recostará sobre su trono… Se tumbará sobre ti, te hará dar vueltas como si fueras un dado, hasta que te pongas azul”. Pero más allá de una actriz, la canción parece hablar de otro tipo de artista. Una que adquirió su estereotipo en el policial negro, la femme fatale. Esa hembra voluptuosa que se deslizaba por la vida con las únicas armas que necesitaba para obtener todo lo que quería. Sus encantos. En todas las historias es la personificación de la tentación. El camino de la perdición de cualquier antihéroe: “Ella te expondrá cuando se vuelva nieve sobre ti, te tendrá a su merced sólo con unas pocas migajas que te arroje. Ella es feroz…”.
“Todos los chicos piensan que ella es una espía”. Y si de una femme fatale hablamos, es imposible dejar de lado al ícono de todas
ellas: la espía Mata Hari. Esa bailarina exótica de los días de la Primera
Guerra Mundial, que en París, y a fuerza de pura seducción, les robaba secretos
a los militares franceses para luego venderlos a los alemanes. Aquella que
enloquecía a los hombres, y que al ser descubierta, se encargó de lanzarles un
último beso atrevido a su pelotón de fusilamiento. Y es así, desde el principio
de los tiempos, las hijas de Lilith han asolado los sueños de los hombres. Y
parece que así será por siempre… ¡Feliz Deprimartes!
Considero que la época dorada del cine, como citas acertadamente, debería ser de proyección obligada en las escuelas. All about Eve, x caso, es una obra maestra: las actuaciones, la dirección, el libro, la música... todo encastrado con mítica perfección. Esta canción tiene algo de esos años, y deja un hálito de "nosequé", mezcla de congoja y nostalgia...
ResponderBorrarFallaste, C. D. Quiñones: este Deprimartes me alegró el alma. A ver Testigo de Cargo, alguna de Bette o de Paul Newman, algo de eso, y dopo a dormir con una sonrisa de oreja a oreja por el placer de las cosas bien hechas.
Comparto con el comentario anterior....Un deprimartes que te alegra! Excelente canción ochentosa...aunque en realidad ESA es la época dorada en todo. si bien crecí con este tipo de música nunca supe bien que trataba la canción Bette Davis Eyes, y creo que ni mis viejos sabían que cantaban....y cantan! ja! Muy Bueno Murray!! Pulgares Arriba!!
ResponderBorrarMuchísimas gracias por los comentarios. El alegrarles el alma con mis Deprimartes es mi tiro por elevación, mi carambola de tres bandas, mi meta oblicua... Un plan maestro, me animo a decir. Nuevamente, gracias por ayudarme a concretarlo.
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