martes, 25 de marzo de 2014

Capítulo 76: “Warning”: Green Day. (2000)




Deprimartes avisado:

Este es mi aviso: ¡Seamos felices!... Como todos los inconscientes. Ese es el consejo de los Green Day, quienes aquí le cantan a un tipo que a primera vista parece ser un idiota consumado. “‘Este es un anuncio del servicio público, esto es sólo una prueba.’ ‘Hay protestas por la evacuación de emergencia’. ‘Puede afectar su capacidad para operar maquinaria pesada.’ No puedo precisar exactamente qué significa todo esto”. Veamos… ¿Qué ocurriría si nos pusiéramos a leer todas las advertencias con que nos cruzamos cada día?: “‘Manténgase alejado del alcance de los niños’, ‘¡Nunca hables con extraños!’. Es como obtener tu filosofía leyendo una calcomanía pegado en algún coche”. No podemos vivir nuestra vida con la misma prerrogativa que tiene cualquier producto que compremos en un supermercado. Esas advertencias son simples exhortaciones de parte de empresas que, antes que preocuparse por nuestra seguridad, sólo se preocupan por posibles futuras demandas.

“Esta es mi advertencia: ¡vivan sin advertencias!... Sin esperar a que todo esté bien”. Y a lo mejor nos encontremos con que el tipejo del videoclip no es tan idiota. O sea, queda bien en claro que sí lo es: se pone champú en los ojos, traga dentífrico, corre con las tijeras en la mano, bebe leche vencida, se va y deja encendidos el tostador, el horno, la licuadora y la batidora, mira directamente al sol, habla por teléfono mientras maneja, come cosas que se le caen al piso, se tira al agua luego de comer, corre alrededor de la pileta, deja su coche abierto y con las llaves puestas, trabaja con máquinas pesadas sin prestar atención, le dice groserías a su compañera de trabajo, cruza la calle sin mirar, pasa en medio de un tiroteo, se acerca demasiado al microondas, acepta caramelos de desconocidos, come carne cruda, y mira muy de cerca la televisión… Sí, es un idiota… Pero les apuesto literalmente lo que quieran que ese tipo es feliz. En su mundillo apagado y sin demasiado sentido… Pero es feliz. ¿Y saben por qué? Porque no le presta atención a tanta advertencia: “‘Precaución: línea policial. ¡No cruzar!’ ¿Es la policía o soy yo el peligroso aquí? ‘Faja de sanidad’. ‘Fecha de vencimiento’. ¡Cuestiónalo todo! O cállate y conviértete en otra víctima de la autoridad”. Esa es su forma de cuestionar todo, y de decirnos que, a lo mejor, hay demasiadas advertencias...


La banda de Billie Joe Armstrong le dio una bocanada de aire fresco al Rock a mediados de los ‘90, sacudiéndole el polvo a una desaprovechada expresión tan visceral como siempre lo fue el Punk. Este tema está muy logrado, pero su riff no deja de ser un robo a mano armada a la canción “Picture Book” de los increíbles The Kinks. Aquel que no me crea, que lo chequee. Y luego no digan que no les advertí: “Mejores casas y comunidades con sistemas de vigilancia. A propósito, ¿recordaste pagar por el servicio?”. Hay un detalle que siempre me gustó: cuando se levanta, le arranca una advertencia que traía pegada el colchón… ¿Para qué demonios los colchones vienen con advertencias? ¿Serán peligrosos? ¡Feliz Deprimartes!

martes, 18 de marzo de 2014

Capítulo 75: “Crying”: Roy Orbison. (1961)




Deprimartes terrenal:

“Estuve bien por un tiempo. Pude sonreír por un tiempo. Pero anoche te vi. Tomaste mi mano tan fuerte cuando te paraste a saludarme, y me dijiste que esperabas que me fuera bien. En ese momento, no podías saber que yo había estado llorando por ti”. Si el Cielo no tiene un coro de ángeles que equiparen las casi cuatro octavas que cubría la voz de Roy Orbison… Pues entonces prefiero irme al infierno.

“Pensaba que ya lo había superado, pero es verdad. Tan real. Te amo más de lo que antes te amaba. ¿Pero, querida, qué puedo hacer? Tú no me amas, así que siempre estaré llorando por ti”. Querido Roy, hijo de la lágrima, tus canciones, y principalmente tu voz, son la banda de sonido perfecta para cualquier corazón destrozado: “Te despediste y me dejaste ahí, parado solo. Solo y llorando… Es difícil de entender, pero sólo el roce de tu mano me puso a llorar”. Aún entonando melodías alegres, como “Only The Lonely” o su archifamosa “Oh, Pretty Woman”, su voz se hacía llanto. Alcanzaba esos agudos con la maestría de un intérprete lírico, y escribía sabiendo de lo que hablaba; porque su vida estuvo signada por la tragedia de la pérdida. En pleno éxito, y en sólo dos años, perdió a su esposa en un choque y a dos de sus pequeños hijos en un incendio... Como para que no llore su alma. A pesar de todo eso, era un tipo híper querido dentro del ambiente del Rock. Tocó con George Harrison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lyne, entre otros; y una simple muestra del cariño que recibía está en este video, de un show grabado muy poco antes de su propia muerte. Se ve tocando junto a él a Bruce Springsteen, a K.D. Lang y al idiota de Elvis Costello.


Si hay algo que puede reconocérsele a la tristeza, es su increíble y furibunda honestidad. ¿Quién dudaría de un corazón embargado por la melancolía? Veamos el lado positivo. En este video vemos a un inmenso artista rodeado por merecidos afectos, esos que la honestidad de la tristeza te permite cosechar en la vida: “Sí, ya te fuiste. Y desde este momento, estaré llorando, llorando, llorando por ti”. ¡Gracias amigo Roy, y feliz Deprimartes!

martes, 11 de marzo de 2014

Capítulo 74: “Space Oddity”: David Bowie. (1969)


Deprimartes cosmonauta:

“Control de Tierra al Mayor Tom… Control de Tierra al Mayor Tom: tome su píldora de proteínas y póngase el casco. Control de Tierra al Mayor Tom: comienza la cuenta regresiva para encender los motores. Chequee la ignición y que Dios esté con usted”. Si hay un lugar al que al Hombre le faltaba ir, era al espacio. Y esta “Extravagancia Espacial” de David Bowie deja en claro para qué había que ir allá: para deprimirse. “Este es el Control de Tierra al Mayor Tom: realmente se ha convertido en noticia. Los periódicos quieren saber hasta qué ropa lleva puesta. Pero ahora es tiempo de que abandone su cápsula, si se atreve”.

David Bowie. El Camaleón. Un artista al que cualquier presentación nunca hará justicia. Completo, variable, ecléctico como nadie. Sus discos cambiaban radicalmente de estilo, de un álbum a otro, y él lo hacía con la entereza y la gracia de un verdadero Duque Blanco. Hizo este primer hit en 1969, como para no quedarse afuera de la década que cambió el mundo. En este innovador video nos propone un diálogo ficticio entre la NASA y el único tripulante de nuestra misión, quien representa la realización de todos los sueños de un niño. Porque, ¿qué chico no soñó con ser astronauta? Especialmente en aquella época, en la que el espacio nos era tan lejano e inaccesible que lo imaginábamos como un ambiente lleno de fantasías, listo para recibirnos; y no como el vacío lleno de muerte que en realidad es: “Este es el Mayor Tom al Control de Tierra: estoy saliendo por la compuerta, y estoy flotando en la forma más extraña. Las estrellas se ven tan distintas hoy. Y aquí estoy, sentado en esta lata de aluminio, muy por encima del mundo. La Tierra se ve tan azul, y no hay nada que yo pueda hacer”. El planeta Tierra se ve tan azul, tan triste… Y no hay nada que yo pueda hacer desde esta altura en la que vivo.

Pero… ¡Houston, tenemos un problema! A nuestro protagonista lo asalta la melancolía existencial -bienvenido a mi mundo, Mayor Tom- y empieza a desgranar frases que van entre la revelación y la incongruencia: “Aunque ya pasé las cien mil millas de altura, siento que estoy inmóvil. Creo que mi nave sabe adónde debe ir. Díganle a mi esposa que la amo, ella sabe”.


El Mayor Tom parece haberse dado cuenta de que va a unirse a algo más grande que el Universo mismo. Sólo él tiene la respuesta. Es eso, o está experimentando una fuga de oxígeno en su traje espacial. Yo me juego por lo primero. Interrumpe su desvarío la voz desesperada de la base terrestre: “Control de Tierra al Mayor Tom: sus circuitos están muertos, algo anda mal… ¡¿Puede oírme, Mayor Tom?!... ¿Puede oírme?...”. Es muy tarde ya. El Mayor Tom está en un lugar mucho mejor que éste. ¡Feliz Deprimartes!

martes, 4 de marzo de 2014

Capítulo 73: “If You Don’t Know Me By Now”: Simply Red. (1989)




Deprimartes seductor:

Y he aquí un mensaje para todas las mujeres, utilizando este gran cover de Simply Red -aquella mujer que diga que nunca bailó este lento miente descaradamente, como todas las de su género-, sólo para recordarles lo que ya saben. Si se enojan conmigo porque me notan un poco misógino, ya saben lo que dice la letra: “Si todavía no me conocen, nunca, nunca, nunca me conocerán”.

A través de este prolijo video, podemos explorar ese sentimiento de desazón que experimentamos al darnos cuenta de que el amor tiene esas cuestiones… Agradables, y de las otras: “Por todas las cosas por las que pasamos, ya deberías entenderme, como yo te entiendo a ti. Nena, yo sé la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal; y no haría nada que destruyera nuestro hogar. No te pongas loca cuando llego tarde a casa, porque sólo terminamos actuando como chicos cuando discutimos y peleamos”.

Con más de 25 años de carrera, la banda de Mick Hucknall fue un clarísimo representante del llamado “Blue-eyed Soul”; esa mixtura musical en la cual artistas blancos intentaban hacer un género propio de músicos de raza negra. Con todo su bagaje cultural, estos cantantes intentaban sumar a su interpretación elementos típicos de las voces solistas afroamericanas, dando por resultado algo totalmente nuevo. Y, a juzgar por este tema, los muchachos de Simply Red no lo hicieron nada mal: “Todos tenemos nuestros momentos especiales. Yo tengo los míos, y, mujer, tu tienes los tuyos. Sólo confía en mí, como yo confío en ti. Por el tiempo que llevamos juntos, eso no debería resultarnos tan difícil. Tan sólo ponte bien, o vamos a terminar por decirnos adiós. ¿Qué tan buena es una relación, cuando no puedes mirar al otro a los ojos?”. ¡Feliz Deprimartes!