Deprimartes
desidioso:
Esta cantante no es
ni más ni menos que la pequeña esposa del gran Paul Simon, y con su voz
levemente quebrada le habla a un hipotético amigo sobre una improbable futura
relación: “¿Yo? Yo soy parte de tu círculo de
amigos, y nosotros notamos que hace rato que ya no te apareces más por aquí.
Pero yo creo que eso depende de ti, de que vuelvas a poner los pies sobre la
tierra con nosotros”. En esta bonita canción, parece haber juntado el
coraje necesario para hablar y hacer algún tipo de planteo, pero sufriendo un
repentino arranque de baja autoestima se decide a dar todo por terminado antes
de empezar: “Pero renuncio, me doy por vencida,
nada de lo que hago es lo suficientemente bueno para nadie. O eso parece”.
Se adivina que
quien canta posee un alma solitaria. Esta niña parece haber entendido el gran secreto
de la soledad: “Y estar solo es la mejor manera de
estar, cuando estoy por mi cuenta siento que es la mejor forma de estar, cuando
estoy completamente sola, es la mejor manera de estar… Porque cuando estás solo
nadie puede decirte adiós”. Por algo, el buey solo bien se lame.
Sé de mucha gente
que está en pareja sólo porque no quieren estar solos. Y es que estar solo es
estar en compañía de uno mismo. Y es a eso a lo que en verdad le temen. Se
temen a sí mismos, porque no se conocen. Y esto sí que es un grave error,
porque al final, la única persona que jamás va a abandonarnos, aunque así lo
quisiéramos, es uno mismo. Bien vale la pena tomarse un buen tiempo para
conocerse y llevarse bien con uno mismo: “De todas
maneras, todo es temporal. Cuando las calles están mojadas, los colores parecen
fundirse con el cielo. Y no sé por qué, pero eso parece significar que tú y yo
somos… Que tú y yo… ¡Bah! Renuncio, me doy por vencida. Nada de lo que hago es
lo suficientemente bueno para nadie. O eso parece”. ¡Feliz Deprimartes
para todos!