martes, 25 de diciembre de 2012

Capítulo 14: “Stranger In Moscow”. Michael Jackson. (1996)





Deprimartes meteorológico:



Otro Deprimartes con la visita de un integrante de la realeza. Hoy es el Rey del Pop el que nos canta: "Estaba vagando bajo la lluvia, disfrazando la vida, sintiendo que enloquecía, por esta rápida y repentina caída en desgracia, los días soleados parecen muy lejanos. A la sombra del Kremlin, me siento cada vez más pequeño. La tumba de Stalin no me deja ser yo mismo, porque una y otra vez se me aparece su imagen. Ojalá la lluvia me dejara en paz".



El video, de una factura hermosa, deja bien en claro que no hay mejor ocasión para sentirse muy solo, que estar rodeado de gente, como solía ocurrirle a Michael Jackson en la vida real. "¿Cómo se siente?" -nos pregunta- "¿Cómo se siente cuando estás solo y el frío te carcome por dentro? Pues se siente como ser un extraño en Moscú… Y es una situación peligrosa… Vivo demasiado solo aquí". Se siente raro, créanme. Es devastador y adictivo a la vez…  



En la ciudad, pasamos todo el tiempo al lado de gente abandonada a su suerte, gente cuya vida en blanco y negro está conformada principalmente de sueños destrozados y esperanzas frustradas por los avatares de la vida. Toda esa gente parece ver pasar el tiempo en cámara lenta, como si no se terminara nunca. Aunque nos cueste creerlo, estamos rodeados de gente a la que sólo le queda el extraño consuelo de dejar que la lluvia les golpee la cara... “Y aquí me quedé, abandonado en medio de mi fama. Siento que es el Armagedón de mi cerebro. La KGB me perseguía. Por favor, sólo anoten mi nombre y ya déjenme en paz… Y entonces un niño mendigo gritó mi nombre… Y ahora sé que los días felices barrerán toda esta pena, a pesar de que una y otra vez esta tristeza se repite”… Es el ciclo de la vida. No valoraríamos los días de sol si no existiesen días nublados. En el mismo orden, no apreciaríamos tanto nuestros breves momentos de alegría, si no fuera por la tristeza que nos arrebata una y otra vez. Y el ciclo vuelve a repetirse, como el de la lluvia misma. Feliz Deprimartes.

martes, 18 de diciembre de 2012

Capítulo 13: “In The Ghetto”. Elvis Presley. (1969)





Deprimartes urbano:



Hoy les traigo a Su Majestad, el único e indiscutido Rey del Rock & Roll: Mr. Elvis Presley. Figura emblemática y casi fundadora de esta era, su poderosa voz –la misma que jamás lo abandonó, ni aún en su triste ocaso- hace que se le guarde un respeto reverencial a cualquier cosa que él cante, y que uno pase por alto la imagen decadente y casi cómica que se tiene de él en sus últimas épocas. Aquí, con una madurez casi inimaginable para un artista rocanrolero, se detiene a contemplar las injusticias de un suburbio marginal: "Mientras la nieve vuela, en una fría y gris mañana de Chicago, un pequeño bebé nace en el barrio pobre. Y su madre llora, porque lo último que necesita es otra boca hambrienta que alimentar. ¿Es que acaso la gente no lo entiende? Ese chico necesitará que lo ayudemos. O crecerá y será un adolescente enojado. Mirá en lo que nos convertimos nosotros. ¿Es que acaso estamos demasiado ciegos como para darnos cuenta? ¿Lo único que hacemos es girar la cabeza y mirar para otro lado?".
 

Uno de los puntos más altos de la canción tiene que ver con el duro cuestionamiento que la letra hace acerca de nuestra propia actitud frente a estas situaciones. Y así, continúa preguntándose impávido cómo es posible que la alienación de la ciudad nos haga invulnerables ante el dolor y la necesidad del prójimo: "Y así, el mundo continúa girando. Y un chico que apenas sabe sonarse la nariz juega en las calles mientras sopla el frío viento en el barrio pobre. Y siente que el hambre lo quema, por eso empieza a deambular por las calles durante la noche. Y aprende cómo robar, y aprende cómo pelear".


La rueda de la vida gira sólo para encontrar su momento cúlmine en la tragedia, sólo para que el círculo continúe girando con una nueva vida: "Entonces, en una noche de desesperación, el adolescente escapa de casa. Compra un arma, roba un coche, intenta huir, pero no llega muy lejos. Y su madre llora, mientras una multitud se reúne alrededor de un joven enojado, tumbado boca abajo en la calle y con un arma en su mano… Mientras ese joven muere, en una mañana fría y gris de Chicago, otro pequeño bebito nace en el barrio pobre. Y su madre llora”. Pura angustia social de parte de uno de los poquísimos cantantes que realmente me levantan el ánimo. Cada vez que escucho a Elvis termino pensando lo mismo: ¡lo que no daría yo por andar por la vida como él, disfrazado de “Captain Marvel”, comiendo sándwiches fritos de banana y mantequilla de maní, y mirando cuatro televisores a la vez! Y a pesar de toda su locura de raíz farmacéutica, el tipo era capaz de este tipo de reflexiones. ¡Larga vida al Rey y feliz Deprimartes!