Deprimartes modelado:
Si bien el Rock & Roll es una invención intrínsecamente
norteamericana, devenida de la mixtura entre su Country blanco y su Blues negro;
y si bien todavía hay que reconocerle el importantísimo aporte que las Islas
Británicas le han hecho a su evolución, hay un subgénero del mismo que nada
tiene que ver con el habla inglesa. La electrificación de los instrumentos
musicales, sin la cual el Rock jamás podría haber expresado su energía y su
ira, era parte de un progreso tecnológico que no iba a detenerse. El siguiente paso
obligado era lograr que los instrumentos ya no se amplificaran o distorsionaran,
sino que pudieran crear nuevos sonidos, unos nunca antes escuchados por oídos
humanos. Estaba todo listo para la aparición de los primeros sintetizadores. Y luego
de varias intervenciones rutilantes, su inclusión total como único
instrumento musical en una banda la logró un grupito de jóvenes alemanes, que
como no encontraban teclados que reprodujeran los sonidos que ellos imaginaban,
construyeron los suyos propios. ¿El nombre de esta banda? Kraftwerk. Nada más
ni nada menos que los creadores de la Música Electrónica, la misma que con el
tiempo aportó a la Cultura Pop nombres tan importantes como los de Jean Michel
Jarré, Mike Oldfield, Vangelis, Gary Numan, Depeche Mode, Pet Shop Boys, Erasure,
etc.
Aquí Kraftwerk presenta uno de los primeros y más logrados
riffs de sintetizador de la historia, y lo hace para hablarnos de otra
automatización, la de las mujeres: “Ella es una
modelo y se ve muy bien, y hoy me la llevaré con todo gusto a mi casa. Ella se
comporta tan fríamente que nadie se le acerca, pero frente a la cámara se muestra
tal cual es en realidad”. Desde el advenimiento del Rock, ha crecido de
su mano el culto a la juventud y a la eterna hermosura. Antes, los niños querían crecer para ser adultos. Ahora todos queremos ser por siempre veinteañeros. Y
donde mejor se ve esto es en el horrendo mundo del modelaje y de la alta
costura. Las modelos son mujeres jóvenes a las cuales se les enseña a caminar
con estilo, antes que a perseguir una carrera universitaria. Se les enseña que vomitar
no es tan terrible, siempre y cuando estén delgadas. Las “mannequins” deben
verse siempre preciosas, no importa para nada cómo sean en su interior. Y es
por eso que la mayoría de ellas tienen la actividad cerebral de un simio en
cautiverio. Son sólo pobres seres estúpidos cuya única valía es su hermosura,
la cual por simple ley de vida día a día se desvanece. No por nada es que
cuando se avecinan a los treinta años, y sienten que el calendario se les cae
encima, no hacen mucho más que recurrir a un bisturí con el cual intentar
engañar el tiempo… Como si eso se pudiera…: “Ella
siempre va a los clubes nocturnos y sólo bebe champagne (¡correcto!), y allí
tiene a todos los hombres a sus pies. Su joven sonrisa se destaca bajo la luz
de los reflectores, ella se ve bien y su belleza le dará dinero”.
La lógica de Mercado hace que las modelos se presenten como
productos que compiten por la atención de la mirada masculina. Pero si lo
pensamos bien, esto mismo a menor escala es lo que hacen todas las mujeres. Una
mujer siempre ve a otra mujer como competencia: “Ella
se exhibe como si fuera un producto de consumo ante la mirada de millones de
ojos, y su nueva apariencia es simplemente fabulosa. Ahora que ella consiguió
todo lo que quería, yo siento que debo verla otra vez”. En más de una ocasión
me han preguntado si creo que existe la amistad entre un hombre y una mujer, y
siempre respondo lo mismo: “Por supuesto que creo que existe la amistad entre
un hombre y una mujer… La que no estoy muy convencido de que exista es la
amistad entre una mujer y otra mujer”. No quiero decir que dos mujeres no
puedan ser amigas, es sólo que por el hecho de verse entre sí como competidoras,
esa relaciónón suena más bien a pacto de no agresión; en el fondo nunca parece del
todo sincera. Una mujer disfruta de generarle envidia a sus amigas, algo
impensable entre dos hombres; que como por lo general no compiten por nada, se
dedican más a disfrutar de una amistad sin paranoias y sin tener que andar
leyendo entre líneas. ¡Feliz Deprimartes!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario