martes, 15 de agosto de 2017

Capítulo 181: “A Whiter Shade Of Pale”. Procol Harum. (1967)



Deprimartes albino:

Con este tema es que se da lo que muchos críticos musicales señalan como el nacimiento del Rock Progresivo. Gary Brooker fundó Procol Harum el mismo año en que editó esta canción, y a pesar de ser un tecladista lo suficientemente talentoso como para haber tocado en discos de Eric Clapton y de George Harrison, entre muchos otros, desde entonces se lo conoce como el hombre que escribió “A Whiter Shade Of Pale”. De hecho, este tema es tan importante que ha sido considerado como el que más reproducciones en lugares abiertos tuvo en la historia del Reino Unido; y en 1977 fue elegido como el mejor single de los últimos 25 años, junto con “Bohemian Rhapsody” de Queen –tema con el que también comparte la peculiaridad de mencionar en su letra la misma palabra en español: “fandango”-: “Nos saltamos el fandango fácil y empezamos a dar volteretas por todo el lugar. Yo comencé a sentirme mareado, pero la gente gritaba queriendo más. En el salón crecía un rumor cada vez más fuerte, mientras el techo parecía salir volando. Cuando pedimos otra bebida, el mozo se acercó con una bandeja”.

No tiene mucho sentido buscarle un significado literal a la letra, y eso puede comprenderse mejor si le echamos una mirada al contexto histórico: esta canción fue editada una semana después de que fuera presentado en sociedad el álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Heart Club Band” de The Beatles, en pleno Verano del Amor y con la juventud con todo el Flower Power a flor de piel. En ese momento mágico, el Rock expandía sus límites casi a la velocidad de la Luz. Y todo estaba permitido. TODO. Porque todo era arte. Inclusive componer este tema que por todas partes huele a Bach: “Y así fue como entonces, mientras el molinero nos contaba su historia, la cara de ella; que en un principio sólo era fantasmal, se tornó en una blanca palidez”.

Esta canción terminó por ser más importante que la mismísima banda que le dio vida. Y a pesar de que las mieles del éxito siempre le sonrieron a esta melodía tan hermosa y evocativa, carga en su historial con una amarga contienda; debido a la demanda que en 2005, y luego de 38 años, llevó adelante el tecladista Mathew Fisher para con sus autores, Brooker y el letrista Keith Reed, ya que él fue quien ideó la tan reconocible melodía de órgano con que comienza la canción. Luego de que la causa diera varias volteretas en los juzgados –no hay nada que hacer, en la Justicia parece que nunca las cosas se resuelven de manera rápida y simple-, el señor Fisher fue incluido dentro de la autoría de este tema inoxidable: “Ella dijo: ‘no hay motivos, y la verdad se puede observar a simple vista’. Pero yo contemplé las opciones que tenía a mi alcance, y decidí que no la dejaría irse como una de las dieciséis vírgenes vestales que suelen partir hacia otras costas. Y aunque mis ojos estaban abiertos, bien podría haberlos tenido completamente cerrados”. Más allá de lo críptico de la letra, y de las disputas legales, nos ha quedado un clásico para la posteridad. ¡Feliz Deprimartes!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario