Deprimartes aeronáutico:
Otra banda de San Francisco, y como dicta la norma, tenían
que hacer Rock Psicodélico. Este tipo de Rock, además de su más que obvia
inspiración y exacerbación por las drogas psicotrópicas –especialmente el LSD-,
tenía su origen en el Folk, del cual guardó siempre el gusto por la poesía,
sumándole la potencia que le podían infligir los instrumentos eléctricos… Y la
imaginación viajando hacia sus límites gracias al ácido lisérgico. Aquí, la
poderosa voz de la cantante Grace Slick le gritaba a la audiencia lo que, aproximadamente,
cualquier manifiesto hippie hubiera expresado: “Cuando
te des cuenta de que la verdad son sólo mentiras, y toda tu alegría interior se
muera… ¿No querrás tener a alguien a quien amar? ¿No necesitarás tener a
alguien a quien amar? ¿No amarías tener a alguien a quien amar? Lo mejor para
ti sería que encuentres alguien a quien amar”. Eso fue todo lo que el Verano
del Amor le dijo a la Humanidad: cuando te des cuenta de que todo lo que el
mundo te está ofreciendo son sólo mentiras, busca a alguien con quien compartir
el amor verdadero.
“Cuando las flores de tu jardín, nena, ya se
hayan muerto, sí; y cuando toda tu mente esté llena de color rojo…”. De eso nos habla este himno de
la Contracultura: de despertar, de darse cuenta de que lo establecido no son
más que flores muertas, las relaciones son fingidas, el amor trascendental poco
y nada tienen que ver con el sexo, que empieza ya a abandonar su pedestal de
tabú para pasar a ser moneda corriente entre los Hijos de las flores. La
verdadera revolución ya se ha gestado, la guerra ya se ha librado y se ha
ganado; porque se peleó en lo profundo de la mente. Somos libres porque
rompemos con todo lo anterior, ya no hay un Orden Divino que se nos aplique, ni
un sentido común impuesto por la sociedad que pueda detener el desplegar de las
alas de la imaginación. Por supuesto, siempre habrá quien no entienda el
mensaje: “Tus ojos, yo digo que tus ojos puede que
se vean como los de él; sí, pero en tu cabeza me temo que ni siquiera sabes de
qué te estoy hablando”.
Tal como el éxito de esa obra maestra que fue su disco
Surrealistic Pillow (Almohada Surrealista), al sueño del Aeroplano de Jefferson
le llegó la hora de aterrizar y de volver a la vigilia. De a poco, su vuelta
hacia un Hard Rock más orientado hacia la improvisación ya no les quedaría tan
bien, y los ránkings dejarían de sonreírles: “Las
lagrimas caen una y otra vez sobre tu pecho, y aún hasta tus mejores amigos te
tratan como si fueras un invitado de segunda categoría”. De todas
maneras, y más allá de haberse reinventado un par de veces con otros nombres (Jefferson
Starship, y luego sólo Starship), nunca nadie les quitará su lugar como
próceres de la época psicodélica. ¡Feliz Deprimartes!
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