Deprimartes hipócrita:
Hacia el final de su novela “Cuerpodivino”, ese increíble
autor de ciencia ficción que fue Theodore Sturgeon, pone en boca de un
predicador inquieto la respuesta a la pregunta de por qué la religión cambió
tanto desde la época de Jesús hasta nuestros días: “Yo os diré por qué, pero os
advierto que la respuesta me heló la sangre… Porque, amigos míos, esa es la
única manera en que la iglesia organizada pueda ganar algo de dinero”.
Evidentemente, este hombre de Dios se ha topado con una revelación: “Si la
Iglesia no acababa con la verdadera experiencia religiosa no podía controlar
los aspectos mundanos de la organización eclesiástica: el dinero y el poder,
que como sin duda sabéis la Iglesia ha buscado y encontrado durante dos mil
años…”.
Ahora me pongo un poco personal, y de la mano de Genesis les
contaré esta curiosa página de mi vida. Durante cerca de veinte años frecuenté
la compañía de gente que me decía más o menos, lo que dice esta canción: “¿Ves esa cara en la pantalla, llegando a ti cada
domingo? Mira esa cara en los carteles. Ese tipo soy yo. En las tapas de las
revistas, nadie se pregunta por qué sonrío. Cómprate un pedazo de Paraíso.
Compra un pedazo de mí”. Una parte importante de mi historia, la viví en
iglesias evangélicas. Es un tema un poco ríspido para mí, porque ya no soy
cristiano y tengo una pésima opinión de la Iglesia como institución; pero aún
así tengo un gran afecto por ciertas personas que sé que creen realmente en lo
que creen. Y un enorme desprecio por quienes sólo se dedican a actuar -a
sabiendas o no- como agentes repetidores de una ideología ultra ortodoxa y pro
yanqui con la cual han intentado influir en nuestro país tanto en política como
en economía. Porque todo es un negocio para ellos: “Estoy
bendecido, encontré la verdadera felicidad, porque me estoy volviendo más rico
cada día. Puedes encontrarme en la guía telefónica, sólo llama a mi número
gratuito. Puedes contactarme de la forma que tú quieras, ¡pero llama ya! No
habrá duda alguna en tu mente, creerás todo lo que te digo. Si quieres estar
más cerca de Dios, ponte de rodillas y empieza a pagar”.
Qué mejor para hablar de este tema que una banda con nombre
bíblico… Y entonces quedaron tres: Phil Collins, Mike Rutherford y Tony Banks
fue lo que quedó de la banda original. Y si bien siempre se extrañó a Peter
Gabriel, esta terna llevó adelante una cosecha de casi veinte años de éxitos.
Aquí, nos ilustran acerca del poder de los telepredicadores, esos pseudo
apóstoles que utilizan los medios de comunicación con un mismo discurso:
¡Quiero dinero, dinero, y más dinero!: “Ni siquiera
tendrás que dejar tu hogar, ni levantarte de tu silla. No hará falta que toques
el dial, porque estoy en todas partes”.
Pasé años congregándome en iglesias donde se predicaba
acerca de las palabras sabias de un hombre que hace dos mil años cambiaba la
vida de la gente sólo vestido con una túnica, y que le decía al rico que quería
seguirlo que fuera a vender todas sus posesiones y se las diera a los pobres. Y
los que estaban sentados al lado mío escuchando esas palabras reconfortantes
iban todos vestidos con ropa de marca y con sus coches último modelo
estacionados afuera. “No me vas a encontrar
practicando lo que predico, no vas a encontrarme haciendo sacrificios. Pero te
puedo conseguir un puñado de milagros, si prometes ser bueno y portarte bien
conmigo. Dios te va a cuidar, sólo haz lo que yo digo, y no lo que yo hago”.
Todo, por supuesto, avalado por la interpretación de una supuesta verdad
revelada, dada por un dios que no se digna a hablar con nosotros sino que debe
ser descifrado únicamente por quienes nos dirigen: “Te
conseguiré todo lo que quieres, te conseguiré todo lo que necesitas. No tienes
que creer en el más allá, sólo cree en mí. Porque Jesús me conoce, y él sabe
que tengo razón. Estuve hablando con Jesús toda mi vida, ¡así que vaya si me
conoce! Y él sabe que estoy en lo cierto; me ha estado diciendo que todo va a estar
bien”.
Pero, les guste o no, mis ex hermanitos también son
humanos; y como en todas partes, en la iglesia también se cuecen habas… Y uno
se terminaba enterando de cada historia non sancta: “Creo
en la familia tipo, estoy siempre con mi amada esposa a mi lado; pero ella no
sabe nada de mi novia, ni del hombre con el que estuve anoche. ¿Crees en Dios?
Porque eso es lo que te estoy vendiendo, y si quieres ir al Cielo, ¡pues allí
nos vemos!”. Y termino lamentando haber compartido la fe con versiones paisanas
de gente tan infame como Jimmy Swaggart, Pat Robertson y Benny Hinn. Lo lamento
realmente, en especial por algunos verdaderos hermanos -los que aún me cuentan
entre sus amigos- que creen en serio, y que creen bien. Y a los que se fueron
de mi vida luego de mi renuncia a la fe, les digo que me alegro profundamente
de que me hayan abandonado a mi suerte. Peor que con ustedes no me ha ido. ¡Feliz
Deprimartes! ¡Amén!
El Club 700 era lo más. Me hacía cagar de la risa, era un clásico de Canal 9. Me acuerdo mucho del programa en que hablaban del caso del renacimiento del boxeador Bum Bum Mancini, jaja... Hasta creo que Lennon lo veía en los ´70... Después dio origen al gran Club 2,50 del petiso Guinzburg...
ResponderBorrarYo nací en una familia con una fuerte implicación católica, mi padre aun lo mantiene pero mis hermanos y yo tuvimos el efecto péndulo, eso sí al menos en mi caso, fruto de una crisis de Fe durísima, que requiere una labor de reconstrucción de valores y principios muy difícil de gestionar, especialmente a según que edades. De la Iglesia tengo mi opinión y no es nada buena, al margen de dineros, me preocupa el impacto que sus doctrinas puedan tener: extender el sida en África pidiéndoles que no utilicen preservativo incluso diciendo que su uso favorece su contagio (un genocidio en toda regla), que no se debe admitir el matrimonio homosexual, el divorcio...en fin, tienen demasiado poder sobre las acciones de la gente y, aunque procuro ser respetuosa por todas las personas a quienes quiero y mantienen su Fe, no siempre lo consigo y su influencia me da terror.
ResponderBorrarGenesis es sin duda uno de esos grupos con los que he crecido, mi favorita "Mama", de mi disco preferido, pero le tengo bastante querencia en general al grupo.
Esta canción es brillante, crítica, divertida y valiente, desde luego tiene todo mi respeto.
Me ha gustado especialmente esta entrada
Un beso
Muchas gracias por los comentarios. A Juan Carlos le digo que yo también recuerdo ambos, el infame Club 700, del más infame Pat Robertson, el tipo que dijo entre otras barbaridades que el gobierno yanqui debería "matar al Presidente Hugo Chávez" y que el Primer Ministro israelí Ariel Sharon cayó en coma debido a que "había entregado Gaza a los palestinos". Y también recuerdo a su parodia vernácula, el Club 2 con 50 del genial Jorge Guinzburg... Era impagable.
ResponderBorrarNuria... Mi queridísima dama lejana, comprendo cómo este tema te afecta. Así afectó mi vida, y es normal que lo haga. Si uno pierde el paradigma en que basa su vida durante tantos años, es normal estar perdido... Y más frente a gente que uno sabe que cree de manera honrada... Supongo que así es la vida, hay que hacer equilibrio entre nuestros afectos y nuestros principios... Un enorme beso.