martes, 13 de mayo de 2014

Capítulo 83: “Sowing The Seeds Of Love”: Tears For Fears. (1989)



Deprimartes surrealista:

“Cada minuto de cada hora, amo a los girasoles. Y creo en el poder del amor. Sembrando las semillas, se necesita ponerle un final a las políticas de la avaricia, con amor.” Un collage de budas, anks, palomas de la paz y serpientes mordiéndose la cola. Símbolos masónicos. Ingravidez. Pavos reales. Un libro con dibujos que cobran vida. Todo parece ser el marco ideal para una canción psicodélica… Pero la letra no es más que una inexplicable queja sociopolítica. Como sea, la queja es válida: si la realidad es como la pinta la letra, lo mejor es vivir encerrado en un sueño lisérgico. “En nuestro momento culminante, nos plantamos y sacudimos las opiniones del hombre común, mientras el tren del amor va de costa a costa. Y a quien más amamos es quien nos dice a qué ritmo bailar. ¿Podrías poner tu mejor cara y aniquilar cualquier esperanza de democracia, mientras los titulares dicen que eres libre de elegir? Recibirás un huevazo en la cara y tendrás barro en los zapatos, porque uno de estos días a esto que pasa van a llamarle depresión”.

Curt Smith y Roland Orzabal conformaban Tears For Fears, un dúo muy popular y muy talentoso de mediados de los años ‘80, cuyos integrantes no parecieron soportar este mega éxito lisérgico, y pasaron a convertirse en un dúo de uno solo –Smith abandonó la formación luego de este disco-. Después de una década de carrera irregular, volvieron a verse las caras y a salir de gira recordando una y otra vez este clásico retro hippie: “Tiempo de que te tragues tus palabras, cómete tu orgullo y abre tus ojos”.

A pesar del hermoso video psicotrópico de esta canción, la letra parece un pedido desesperado para que uno piense a quién va a votar, y una crítica descarnada hacia la dirigencia política: “Veo lágrimas en los ojos de la gente. Todos miran al cielo esperando algún tipo de intervención divina. ¡Y mientras tanto la comida se echa a perder! Una pena, porque todo se ve tan rico y apetecible. Los políticos se benefician de tus grandes ideales, mientras tú no tienes ni idea de cómo se siente la mayoría. Y así, sin amor ni una Tierra Prometida, somos tontos siguiendo las reglas del plan que tiene el Gobierno. ¡Deshagámonos de este estilo de vida! ¡Interfiramos la señal! ¡Cualquier cosa sirve!”. Es cierto, todos estamos en esta pequeña esfera girando alrededor de un gran girasol. Pero está todo mal. Para colmo de males, se ha dicho más de una vez que la música es una copia del glorioso “Yo soy la morsa” de los Beatles –personalmente estoy de acuerdo, está más cerca del robo descarado que del homenaje-.

Finalmente, la diatriba social va tornándose más personal y psicológica: “Siente el dolor, háblalo; si eres un hombre preocupado, entonces grítalo. Corazones abiertos, siéntelo; mentes abiertas, piensa en eso. Cada uno lea al respecto; cada uno grite al respecto… Que cada uno lea sobre esto. Hay libros para leer en todos los rincones”. Ahora parece decirnos “infórmate”. Pero creo que el quid de la cuestión está en la siguiente línea: “Sembrando la semilla, los pajaritos y las abejas, mi novia y yo, enamorados”. O sea: la realidad apesta, y la felicidad sólo puede alcanzarse en un estado de ensoñación, así que... Pajaritos… Abejas… ¡Tengamos sexo, que se acaba el mundo! Feliz Deprimartes.

4 comentarios:

  1. Acabas de llevarme a aquel tiempo en que necesitaba un boli Bic, para no gastar las pilas de walkman, al rebobinar la TDK de 90 donde colocaba con un orden muy particular mis favoritas, para escucharlas camino del instituto. De aquellas no tenía ni idea de lo que la canción decía, pero terminé en políticas...igual tuvo algo que ver...
    Me encanta este tema y en mas de una ocasión, corrí el riesgo de dislocar mi muñeca para escucharla una y otra vez.
    Puede que se parezca sospechosamente a la de los Beatles, pero para mi inevitablemente tiene entidad propia ya que, utilizando tus palabras, "como sea, la queja es válida".
    Gracias por ejercer de chófer, de nuevo ha sido muy genial ir contigo en este camino.
    Un abrazo
    P.S.: solo una nota para estos muchachos: tengamos sexo aunque no se acabe el mundo :)

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  2. ¿Dónde se han ido esos tiempos, verdad? Se los extraña tanto por aquí... Hoy la música sufre de la pérdida de ese valor "cultual" -como decía Walter Benjamin- que tienen esas cosas a las que se les da un valor justamente de culto. Antes, adorábamos nuestros cassettes y Long Plays, y luego nuestros Compact Discs... Hoy, simplemente, metemos todo en un Pen Drive... En fin... ¿Dónde se han ido esos tiempos?
    Y bueno, tengamos sexo entonces... Digo, si lo tuyo fue una invitación, cuenta conmigo... Se me va a complicar viajar hasta allá, pero seguro que vale la pena ;)

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  3. Se han ido lejos, estando tan cerca. Yo aun conservo un walkman, varios casettes y LPs, no se si por culto, morriña o diogenismo, pero ahí siguen y no tengo claro si funcionando.
    Jajaj, sí, seguro se va a complicar, aunque, desde luego, vale la pena ;).

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  4. Valdrá la pena entonces. Tal vez haya oportunidad de cobrarse esta apuesta. ¡Besos!

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